Home - Por Alejandro Ramírez Morón - 04/08/2011
La Inversión Social Cae La Prioridad es Sobrevivir.
“Yo siento que la situación de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en Venezuela es dramática”, rompe el silencio la socióloga Charo Méndez, experta en RSE y consultora en este campo de importantes empresas.
De su lado, la ingeniera Perla Puterman, una de las delegadas por Venezuela ante el comité de elaboración de la guía de responsabilidad social ISO 26000, refuerza diciendo que “en materia de RSE, digamos que hay una especie de estancamiento”. Al parecer, el entorno actual obliga a las empresas a sobrevivir, lejos de poder pensar en hacer una efectiva gestión en RSE.
En este sentido, Víctor Guédez, experto en la materia y profesor de la especialización en RSE de la Universidad Metropolitana (UNIMET), desliza que la empresa privada venezolana tiene una serie obstáculos, generados en el entorno, para desplegar todo su potencial.
“En primer lugar, el enfoque ideológico que está implícito en el propio concepto de RSE, no tiene cabida en los extremos. Ni en el extremo del capitalismo mercantilista, ni en el extremo del socialismo retrógrado. La RSE es para ser ejercida dentro de distintos matices, de derecha o izquierda, pero que tengan tendencia hacia la moderación”, apunta el especialista.
“En Venezuela, la política del Estado está claramente inclinada hacia el socialismo retrógrado”, concluye.
Para Charo Méndez, la polarización política no ayuda a la RSE, y lo que se está discutiendo en todo el mundo es cómo hacer alianzas entre el sector público y el privado. En Venezuela, esto no es posible por la polarización. Tantas regulaciones hacen que las empresas digan, ´entonces, cumplo con la Ley y punto. Me muevo hacia el mínimo común denominador´”.
“Todas las imposiciones de Ley que se le han cargado a las empresas, hacen que éstas estén en estos momentos tratando de cumplir con las normas, en primer lugar, para luego pensar en hacer RSE”, confirma Perla Puterman. “El enfoque hacia la RSE está como en un segundo plano. En el primer plano está la supervivencia de las empresas. Sin embargo, muchas han continuado la lucha. Yo creo que el empresariado venezolano, en este sentido, ha sido muy perseverante”, remarca la especialista.
Transnacionales en SilencioVenezuela es un país petrolero, dice Méndez, y uno de los principales consumidores de mercados masivos. Los venezolanos están muy metidos en banca y telecomunicaciones. “Ahora, el hecho de que 500 transnacionales tengan presencia activa en el país, en el tema de la RSE no se siente”. Y esas mismas empresas, que están teniendo posiciones públicas fuertes en materia de RSE en otros países, como Brasil, Colombia, Argentina y Chile, por ejemplo, en el caso de Venezuela permanecen en el silencio.
“Terminas siempre escuchando las mismas 20 ó 30 empresas, entre transnacionales y nativas, y siempre se repiten. Si hay 500 transnacionales, no estamos pasando de 30 con proyectos sostenibles de Responsabilidad Social. Hasta en lo más clásico, que pueden ser las fundaciones”, dice Méndez.
Así, para Víctor Guédez la filantropía es el peldaño inicial, pero la empresa no se puede quedar ahí.
“Hay una buena intención, totalmente. Lo que falta es un poco de conocimiento de la definición integral de RSE. En el mundo, en general, no se entiende lo que significa responsabilidad social. Hay una confusión terrible con filantropía”, remacha Puterman.
Existen ciertos grupos de interés -enfatiza la ingeniera- que deberían ser tomados en consideración con mayor fuerza. Por ejemplo, los consumidores y los clientes. Hay un énfasis en las comunidades y, por obligación, en los trabajadores. Cuando los mercados venezolanos eran más robustos y sofisticados, evoca, las empresas tampoco miraban mucho hacia adentro. “Estamos más vinculados al tema de la filantropía y la inversión social, pero nos estamos olvidando del bienestar de nuestros trabajadores, de la conciliación vida familiar-vida laboral, etcétera”.
Un Solo StakeholderSegún Charo Méndez, en Venezuela el principal grupo de interés en el que las empresas se han mantenido haciendo RSE son las comunidades. Pero, sin lugar a dudas, en los últimos dos años -informa- han aparecido dos actores nuevos: los trabajadores y el tema ambiental.
“No es el caso de los proveedores y los accionistas. No es que no haya ninguna iniciativa en el tema, pero no son focos importantes, como tampoco lo son los consumidores. Hay algunas iniciativas hacia consumidores. Existen empresas que tienen hasta 10 millones de clientes, por ejemplo, en sector de telecomunicaciones”, resiente la experta.
Pero Víctor Guédez opina que las políticas públicas, en materia social, en la Venezuela actual, más allá de la letra, tienen un mecanismo de implantación que afecta la disposición de las empresas para hacer RSE. El espíritu de esas políticas públicas es perseguir, intimidar, castigar y acorralar. En el mundo, el enfoque es apoyar, orientar, favorecer, cooperar, capacitar y reconocer.
Rezagados Frente al Mundo“Lo que siento en Venezuela, es que estamos quedándonos rezagados, con respecto a las discusiones que se registran en América Latina, y, por supuesto, las referencias europeas, o americanas”, explica Charo Méndez.
Un tema que se está debatiendo mucho en el mundo -comenta- es la inversión responsable, o el financiamiento responsable, y la situación política de Venezuela no ha permitido que se discutan ese tipo de cosas, que la banca venezolana esté metida en esos temas.
La inversión responsable es lo que está en boga en otros países.
Lo mismo pasa con el consumo responsable, o la demanda ecológica. Tampoco hay ciudadanos venezolanos que tengan una decisión de compra basada en criterios responsables, como ya se percibe en Colombia.
Sobre el etiquetado responsable de productos, no tenemos ninguna referencia en Venezuela. Otro tema que no se está trabajando es el del comercio justo.
“Las empresas han estado más viendo cómo sobreviven, cómo mantienen los negocios abiertos, viendo cómo se cuidan de las estatizaciones, y las que sienten que no las van a estatizar ni a confiscar, parece que prefieren optar por el silencio. La RSE parece que debe ser exclusiva del Estado”, dispara Méndez.
El Estado Como AntimodeloEn este sentido, el profesor de la especialización en RSE de la UNIMET, complementa diciendo que cuando se desarrollan iniciativas oficiales de fomento, estímulo y reconocimiento de la RSE, son las propias empresas del Estado las que dan el ejemplo y las que asumen el patrón de modelaje de la sociedad.
En Venezuela ocurre todo lo contrario. No solamente las empresas del Estado no son modelos, sino que son antimodelos. Y no sólo eso, sino que además no están obligadas a hacer lo que le piden a las empresas privadas. “Con esto se establece una desorientación, una desmotivación y una disfunción social tremendas”, denuncia el académico.
En este orden de ideas, Puterman aporta que la tendencia de la RSE en este momento en Venezuela está confundida entre lo que se quiere hacer, con lo que se debe hacer. Existe una gran presión por parte del Estado.
Puterman puntualiza que Venezuela iba a la par con Colombia, en materia de RSE, pero en estos momentos, Colombia lleva una buena ventaja. España -relata- ha hecho algunos estudios para verificar el comportamiento de las transnacionales en otros países, y parece que no es el mismo afuera que adentro.
Cierta Contradicción
“Uno va a un evento en Colombia, y los hoteles ponen mensajes en la habitación para la reutilización de toallas y sábanas, por el tema del cambio climático y el consumo responsable de agua y detergentes. ¿Qué pasa con las mismas cadenas de hoteles acá en Venezuela? ¿Por qué no vemos lo mismo?”, ofrece otra cara de la misma moneda, Charo Méndez.
“Uno va a un evento en Colombia, y los hoteles ponen mensajes en la habitación para la reutilización de toallas y sábanas, por el tema del cambio climático y el consumo responsable de agua y detergentes. ¿Qué pasa con las mismas cadenas de hoteles acá en Venezuela? ¿Por qué no vemos lo mismo?”, ofrece otra cara de la misma moneda, Charo Méndez.
“Yo no diría que la RSE en Venezuela está en pañales, yo diría que estamos ante una situación de cambio, en el mundo entero, donde las empresas están pasando de competir internamente a competir internacionalmente, desde los mismos mercados locales, por la presencia de las transnacionales en los diversos mercados, debido a la globalización”, complementa Puterman.
Méndez ofrece un sumario negro: se acaba de aprobar la ISO 26000, se acaban de revisar de nuevo los principios de la OCDC, se acaban de revisar los principios de la OIT, acaba de salir el nuevo libro verde de la Comisión Europea, en fin, “esas grandes discusiones de alcance global están generando eventos para debatir hacia dónde debe ir el sector industrial; en Venezuela, esta discusión no se está dando, porque estamos sobreviviendo”.
Pocos Balances SocialesPor otro lado, cada vez menos empresas en Venezuela elaboran su balance social. “Teníamos empresas petroleras extranjeras, que se veían exhortadas por su casa matriz a elaborar su balance social. Con la transformación en empresas mixtas, dejaron de hacerlo. Otras compañías, como Cantv o La Electricidad de Caracas, que ya podrían estar haciendo sus respectivos balances sociales, fueron estatizadas y ese tema no se toca”, coloca sus ideas, Charo Méndez.
“La verdad es que son muy escasas las empresas en Venezuela que están elaborando sus balances sociales. Por lo general, transnacionales y bancos”, comenta Puterman.
Víctor Guédez, dice al respecto que “esto hay que sistematizarlo, desde un punto de vista técnico. Los indicadores deben ser consolidados y armonizados dentro de la idea de la sostenibilidad. Los indicadores deben estar relacionados con el crecimiento económico, con la actividad social, y con el tema ambiental”.
El balance social, ilustra el profesor universitario, no debe ser tomado como un mecanismo de propaganda, sino como una alternativa de aprendizaje y orientación de las empresas.
“Debe ser para evaluar por qué se hizo lo que se hizo, por qué no se hizo lo que se tenía pensado, qué se hizo mal de lo que se pensó, y qué cosas de las que se pensaron se lograron a medias”.
En 2010 -saca la cuenta Méndez- no llegamos a cinco empresas que hayan emitido un balance social. “Eso es gravísimo, porque estamos hablando de un país como Venezuela, muy importante desde el punto de vista económico”, remata la experta.
Víctor Guédez ofrece una amarga conclusión: “Estamos en una coyuntura demasiado severa, una especie de puente que conduce hacia algo que no conocemos, un socialismo retrógrado, y cualquier esfuerzo que se haga por sustituirlo por un capitalismo que no tenga sensibilidad humana, puede ser tan malo como esto. La RSE es la única alternativa que puede permitir lo siguiente, algo que recién escuché: salvar al capitalismo del capitalismo, para que sobreviva el capitalismo”, da el tiro de gracia el analista.
Las empresas también deben prepararse para enfrentar controles adicionales, aplicados a los planes de Responsabilidad Social, debido a que el Gobierno está observando que existe un volumen importante de inversión social, aunque menguante, que no controla y, por ende, no está vinculado a sus objetivos políticos. Se habla de leyes nuevas con ese objetivo.
A continuación no deje de visitar los casos de empresas Socialmente Responsables. Dele click en cada una para mas información:
* Banesco: “La Primera Responsabilidad es ser Rentable”
* Ferretería Epa: Invierten 1,5% de las Ventas es RSE
* Novartis: Impulsan la Ciudadanía Corporativa
* Grupo Telefónica: El Objetivo es “Transformar Vidas”
* BBVA Banco Provincial: Optimizar el Entorno
* Bancaribe: Una Larga Historia de Responsabilidad
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